Crisis Global Sistémica más coronavirus
Occidente vive hoy una crisis sistémica, una crisis de agotamiento de un modelo que se ha sumergido en una fragilidad económica. Desde hace unos cuantos años, más precisamente desde los años 70 este hemisferio viene en lento descenso y hoy se ha tornado en crisis.
Occidente vive hoy una crisis sistémica, una crisis de agotamiento de un modelo que se ha sumergido en una fragilidad económica. Desde hace unos cuantos años, más precisamente desde los años 70 este hemisferio viene en lento descenso y hoy se ha tornado en crisis.
La Globalización no logró la Gobernanza y el coronavirus llegó en medio de una crisis sistémica global. Más allá de las guerras que ha provocado su principal potencia hegemónica Estados Unidos y el auge de la economía global parece que todo llega a su fin. Un descenso muy lento que empezó hace muchos años allá por la década de 1970 cuando el capitalismo corporativo tomó las riendas totales de la economía y la globalización comenzó como nuevo proceso de integración de economías diferentes y como forma de afianzar el poder de un sistema capitalista totalitario alcanzando todas las fronteras.
Hoy, sin embargo, la crisis de la Globalización Capitalista llega porque con el tiempo las inconsistencias del Sistema Financiero centrado en un sólo país (Estados Unidos) ha desatado un desequilibrio macroeconómico sin precedentes sin haber alcanzado la gobernanza global. Un desequilibrio que aumenta con el tiempo en contra de los pueblos del Mundo incluído el estadounidense. Las leyes económicas tienen que cumplirse sí o sí, o la economía no sería una ciencia. Las leyes económicas vienen por Estados Unidos. Los déficit presupuestarios de Estados Unidos y sus socios más directos de la Unión Europea y Japón son de crecimiento exponencial. Y ha crecido una pobreza estructural que está socavando la seguridad y continuidad de los estados. Golpea su gobernanza.
Pero es Estados Unidos el centro financiero principal, cuya moneda pierde uso en el Comercio Internacional año a año. China tiene los 4 primeros bancos más poderosos del Mundo, el quinto es británico y sólo el sexto es "estadounidense". La élite financiera que controla las finanzas y la economía de Estados Unidos no tiene patria. Desde la muerte de Kennedy, no solo sucedió un golpe de estado, Estados Unidos perdió su soberanía. Es un estado que perdió soberanía y democracia. Es lo que vemos mirado hacia atrás en el tiempo.
A esta crisis sistémica capitalista se agrega un nuevo coronavirus causando un caos en Occidente. Al declive de Occidente se agrega una pandemia. Pero no debemos culpar a la pandemia de esta crisis.
Pero es Estados Unidos el centro financiero principal, cuya moneda pierde uso en el Comercio Internacional año a año. China tiene los 4 primeros bancos más poderosos del Mundo, el quinto es británico y sólo el sexto es "estadounidense". La élite financiera que controla las finanzas y la economía de Estados Unidos no tiene patria. Desde la muerte de Kennedy, no solo sucedió un golpe de estado, Estados Unidos perdió su soberanía. Es un estado que perdió soberanía y democracia. Es lo que vemos mirado hacia atrás en el tiempo.
A esta crisis sistémica capitalista se agrega un nuevo coronavirus causando un caos en Occidente. Al declive de Occidente se agrega una pandemia. Pero no debemos culpar a la pandemia de esta crisis.
El coronavirus es un actor inoportuno que entró en un caos sistémico preexistente.
Ciertamente, el año 2020 quedará marcado como comienzo del Siglo XXI real desconectado por completo del siglo anterior. Una pandemia producida por un virus mortal, cuya mortandad supera el 5% y una crisis del sistema económico neoliberal.
La verdad indica que el coronavirus surgió de forma natural. La ciencia nos dice que cada 20 o 25 años aparecen nuevas epidemias de coronavirus. No hay pruebas científicas de manipulación de un virus y su posterior contaminación planetaria.
No pueden, no deberían acusar a China de su fracaso sanitario. Ciertamente el virus pudo según primeras impresiones haber surgido en China, pero China no es culpable del fracaso del sistema sanitario de contención de la pandemia en Occidente.
Y para empeorar este mal panorama pandémico global, concluímos que el neoliberalismo como tal está quebrado. El Mundo bajo el sistema neoliberal económico y político comandado por la élite global "diabólica" no tiene futuro. El sistema monetario basado en el dólar está llegando a su fin.
El neoliberalismo centrado en Occidente y en el dólar controlado por una élite parasitaria está cayendo y con ello sucumbe la Globalización Política y Económica.
Pero, esa élite parásita financiera dará batalla. No está desaparecida. Controla aún muchos gobiernos del Mundo.
Todos los actores globales sufrirán el embate de la caída del neoliberalismo. A la falta de consenso global, con la gobernanza centrada en la élite financiera sin poder concretar su proyecto se abren otras posibilidades. Y la inestabilidad está presente.
Concluímos que el Mundo se dirige hacia un Nuevo Sistema Económico Internacional centrado en China (aunque no en su moneda) y aquellos que lo sigan, luego de haber enterrado formalmente el Sistema de Bretton Woods, el FMI y el Banco Mundial.
De no surgir este nuevo sistema, habrá caos global y el nacionalismo económico podría llevarnos nuevamente a la guerra.
Por ejemplo, las cifras de afectados por Covid-19 de muchos países nos muestra que la pandemia está fuera de control. Asimismo se sabe que bajo esta grave coyuntura, paralizar dichos países su economía los dejaría en una crisis social y política sin precedentes. En Estados Unidos la cifra pronosticada de 250 mil fallecidos puede ser pequeña. Muchos expertos señalan que el nivel de expansión de esta pandemia obligaría a paralizar todas las actividades con disciplina militar más tiempo que China si se quiere evitar una hecatombe. La crisis es denominador y resultado a la vez.
Entre tanto, sabemos que Estados Unidos invirtió 800 mil millones de dólares en presupuesto militar, que dispone de 800 bases militares esparcidas por el mundo y sin embargo no tienen suficientes mascarillas, ventiladores ni respiradores. La élite financiera y un sector corporativo zombi dependiente que controla al país e incide en su gobierno vive de la acumulación capitalista y de guerra, no de la salud del pueblo. La guerra es un activo muy importante de la élite financiera parasitaria global.
Pero además, este virus está atacando las herramientas de poder de la élite. El poder mediático controlado por esa élite financiera está siendo golpeado en su credibilidad. El descrédito de grandes centros multimedias occidentales se agranda año a año. Es muy posible y real que el ego fabricado por Hollywood y las fake-news corporativas esté siendo destruído por un virus que viene por la verdad y la realidad.
La verdad indica que el coronavirus surgió de forma natural. La ciencia nos dice que cada 20 o 25 años aparecen nuevas epidemias de coronavirus. No hay pruebas científicas de manipulación de un virus y su posterior contaminación planetaria.
No pueden, no deberían acusar a China de su fracaso sanitario. Ciertamente el virus pudo según primeras impresiones haber surgido en China, pero China no es culpable del fracaso del sistema sanitario de contención de la pandemia en Occidente.
La verdad real es hoy el fracaso de los sistemas sanitarios de Occidente, principalmente en aquellos países que no tomaron medidas a tiempo y de otros en los cuales el sistema sanitario no cubre las necesidades que demanda una pandemia. Caro pero deficiente porque la cobertura no es nacional, el sistema sanitario norteamericano demostró que no está preparado para pandemias y que no integra a la sociedad como potencial problema sanitario.
Y para empeorar este mal panorama pandémico global, concluímos que el neoliberalismo como tal está quebrado. El Mundo bajo el sistema neoliberal económico y político comandado por la élite global "diabólica" no tiene futuro. El sistema monetario basado en el dólar está llegando a su fin.
El neoliberalismo centrado en Occidente y en el dólar controlado por una élite parasitaria está cayendo y con ello sucumbe la Globalización Política y Económica.
Pero, esa élite parásita financiera dará batalla. No está desaparecida. Controla aún muchos gobiernos del Mundo.
Todos los actores globales sufrirán el embate de la caída del neoliberalismo. A la falta de consenso global, con la gobernanza centrada en la élite financiera sin poder concretar su proyecto se abren otras posibilidades. Y la inestabilidad está presente.
Concluímos que el Mundo se dirige hacia un Nuevo Sistema Económico Internacional centrado en China (aunque no en su moneda) y aquellos que lo sigan, luego de haber enterrado formalmente el Sistema de Bretton Woods, el FMI y el Banco Mundial.
De no surgir este nuevo sistema, habrá caos global y el nacionalismo económico podría llevarnos nuevamente a la guerra.